miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Cómo influyen las necesidades en el comportamiento del consumidor?

El comportamiento del consumidor se refiere a la observación y estudio de los procesos mentales y psicológicos que suceden en la mente de un comprador cuando éste elige un producto y no otro, con la finalidad de comprender el motivo por el que sucede de esa manera.
La primera etapa de la compra siempre inicia cuando el consumidor identifica el bien, sea éste un producto o un servicio, que necesita y luego lo selecciona con el ánimo de satisfacer aquella necesidad. Este binomio necesidad-satisfacción subyace a todo el proceso de decisión y acción de compra y las dinámicas de psicología de consumo.
Al seleccionar el producto, el individuo estima la cantidad que está dispuesto a gastar por el mismo. Justo antes de la compra del bien el consumidor analiza los diferentes precios de la gama de ofertas entre las cuales puede seleccionar y satisfacer su necesidad. Además del precio, existen otros factores relevantes que influyen en la elección de los consumidores:

1. Cultura. Es el modo de vida de una comunidad o grupo. Con el fin de encajar en un grupo cultural, un consumidor debe seguir las normas culturales que se encuentran formalmente manifiestas y aquellas que son tácitas.
Por poner un ejemplo, para encajar en una comunidad islámica el sujeto no puede consumir carne de cerdo. Por otra parte, entre los jóvenes de cualquier comunidad se espera que alguien que quiera integrar el grupo vista como ellos.
En otras palabras, las normas culturales definen lo que un consumidor puede o no puede comprar.

2. Estilo de vida. El estilo de vida de cada persona generalmente es determinado por su cantidad de ingresos monetarios. Si un sujeto tiene ingresos altos, se espera que mantenga un estilo de vida relativamente determinado.
La influencia del estilo de vida en el comportamiento del consumidor determina sin mediación el hecho de que si la persona tiene menores ingresos que otras, no tendrá acceso a ciertos productos y servicios que se encuentran por encima de su escala socioeconómica.
Aquellos quien tienen altos ingresos usualmente experimentan que descienden en su nivel socioeconómico al consumir bienes de bajo precio. El efecto contrario también sucede: cuando un consumidor de ingresos medios alguna vez adquiere un producto o servicio de mayor valor económico percibe que sube en su escala socioeconómica. 

3. Motivación. Esta es la variable que impulsa a una persona a considerar una necesidad más importante que otra.  En congruencia con ello, la necesidad más importante exige ser satisfecha en primer lugar.
La motivación es una dinámica compleja alimentada por diferentes necesidades de naturaleza fisiológica, biológica y social. Por ejemplo cuando un individuo se halla motivado por la necesidad de sentirse seguro, por lo general va a comprar productos o servicios que se encuentren alineados con dicha esta necesidad, tanto en el plano funcional (objetivo) como perceptual (subjetivo, por ejemplo el posicionamiento de la marca).

4. Personalidad. La personalidad es un conjunto de variables que están profundamente engastados en la mente de una persona. La personalidad difiere de persona a persona, ciertos casos de forma notable, y también se ve influenciada por factores externos como el lugar en que se encuentra la persona o la hora del día.
La personalidad determina lo que uno comerá, va a vestir, lo que va a estudiar, con lo que se aseará y lo que mirará en los puntos de venta. En definitiva, la personalidad tiene un fuerte impacto en todos los procesos de toma de decisión, fundamentalmente porque se encuentra vinculada con el sistema actitudinal o de creencias de las personas hacia los diferentes productos.

5. Edad. Este favor influye en el comportamiento de los consumidores de una manera bastante directa. Por ejemplo, las necesidades de un niño de 6 años claramente no son similares a las de un adolescente: las necesidades de los consumidores son básicas en la infancia pero se tornan más complejas en la adolescencia y juventud. Este proceso continua su articulación conforme avanza la edad del individuo. Las necesidades psicológicas de las personas en diferentes grupos etarios difieren unas de otras, motivo que explica los cambios en el comportamiento del consumidor con el paso del tiempo. Es interesante observar que en la vejez las necesidades de los consumidores suelen volver a una naturaleza más básica.

6. Percepción. La percepción es la opinión prevaleciente popular acerca de un producto o servicio en un momento determinado. Por es emotivo es que las percepciones son susceptibles a cambiar con el tiempo. Al ser un constructo mental fuertemente subjetivo, los consumidores pueden tener la misma necesidad, pero comprar marcas totalmente distintas debido a su sistema perceptual. La percepción es una variable influenciada por estímulos externos como los comentarios de otras personas o las comunicaciones de marketing, sean publicitarias o de relaciones públicas. Estos factores participan en el proceso de moldear la percepción y sistema de creencias y actitudes de las personas referidas a las marcas.




Los cinco sentidos y el comportamiento del consumidor

El consumidor es el elemento más relevante para las orientaciones de la gerencia de mercadeo, ventas, producción y personal. El comportamiento del consumidor implica aspectos como consumidores individuales, agrupaciones y factores internos y externos.

Para llegar a ellos es importante tomar en cuenta las sensaciones, las cuales son las respuestas directas a los estímulos de los órganos sensoriales, para sentirla necesitamos, estímulos visuales o auditivos, video, tv, sonido. Un espectador que vea y/o escuche. Sin estímulos no hay publicidad o si el producto no está en la estantería, el consumidor no se entera de su existencia, un buen producto o un buen comercial hay que adaptarlo a las posibilidades sensitivas del consumidor, en el lugar y momentos adecuados. 


La sensibilidad de un individuo varía con la calidad de sus receptores sensitivos y la cantidad o intensidad del estímulo al que está expuesto.


Conocemos el mundo por medio de los sentidos, ellos son la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto vestibular y el sentido cinestésico.


La vista, el órgano sensorial es el ojo, nos permite la ubicación espacial, calcular distancias, darnos cuenta del medio, nos permite discernir tamaños, volumen, formas, brillo y los colores. 

Los colores tienen amplio uso en mercadeo, los diferentes al blanco y al negro. La capacidad sensitiva de un individuo o la distancia de ubicación de estímulos nos evita errores en paneles ilegibles lejanos o con colores mal usados. La vista permite definir la forma y colores de los productos, seleccionamos los empaques, ubicamos las góndolas y la presentación del producto.

El oído, interviene en la comunicación oral, acompaña la vista, en la ubicación espacial. El estímulo para la audición son las ondas sonoras, nos permite la localización auditiva, los sonidos llegan primero a un oído y luego al otro. Tienen mucha utilización en ventas personales y promoción en la calle, plaza de mercado y perifoneo.

El gusto, evalúa el objeto que está en contacto con las papillas gustativas, su aplicación en mercadeo es limitada, ayuda a determinar la calidad de los alimentos en cuanto a dulce, salado, picante, amargo, agrio, etc. La capacidad gustativa se relaciona con el olfato, gustar o no un producto. La industria alimenticia la tiene en cuenta al desarrollar productos de consistencia, de sonido atractivo, con buen sentido del gusto.

El olfato, sentido poco desarrollado. En mercadeo, tiene aplicaciones en la industria de alimentos de café, chocolates, lociones, productos para niños. En promociones atrae al público por parte del vendedor ambulante, asaderos, aerosoles y desinfectantes. También al frotar revistas que liberan olor.

El tacto, receptores ubicados en la piel, permite discriminar la presión, el calor, el frío y el dolor. Su aplicación en mercadeo se limita a productos agrícolas en la consistencia de frutas, peso del producto, suavidad o sedosidad de un champú.

El tacto tiene tres dimensiones; textura (suave, áspero), consistencia (duro y blando y la temperatura).

El equilibrio, permite ubicar el cuerpo en el espacio, sin necesidad de usar la vista u otros sentidos.

El sentido cinestésico, no tiene ubicación corporal específica, ubica la estructura corporal interna, conciencia del cuerpo, transmite la sensación del objeto. Tiene aplicaciones limitadas en mercadeo.

Es increíble todo lo que podemos percibir con nuestros sentidos, Los colores y formas de nuestro alrededor, el aroma que nos conduce a una sensación de felicidad, las texturas de los objetos que utilizamos cotidianamente, los sonidos a nuestro alrededor comenzando por nuestro despertador, los sabores de la comida, todo eso nos remota a una imagen en nuestro cerebro.  

La importancia de percibirlos es muy grande, todos conocemos nuestros sentidos y por ellos nos dan la puerta de entrada hacia el mundo del Marketing. Cada consumidor es diferente, pero todos tienen en común sus sentidos, cada uno de ellos los utiliza día con día ya sea para admirar un nuevo producto en un comercial, o para adquirirlo, por lo cual el mercado lo tiene que vestir de manera atractiva al producto, complementarlo con un comercial muy distinguido, para que el consumidor lo recuerde y el producto pueda perdurar.

Muchos de nosotros cuando vamos de compras a un supermercado y adquirimos el producto necesitado, recordamos el comercial por el cual conocemos el producto, inclusive nos reímos si el comercial es muy divertido, cuando destapamos el producto para consumirlo, lo olemos y saboreamos lentamente, y nos da una sensación que satisface nuestros sentidos y necesidades.

Día con día consumimos alimentos, hidratantes, de los cuales, muchos le somos fieles a una marca, porque no solo satisface nuestra necesidad inmediata de adquirir el producto, viene acompañado de una gama de publicidad que remonta una imagen a nuestro cerebro, lo que implica que el producto ya se encuentra posicionado en nuestro cerebro.

Los sentidos humanos son una gran estrategia de mercado, ya que nos permite identificar a los diferentes clientes que puedan existir en el mercado, nos permite diferenciarlos, ya que cada cliente es único, por lo cual lo estimulamos para que se sienta único, inigualable, poderoso, al comprar una marca o producto.

Los 5 Sentidos y el comportamiento del consumidor



EL AMBIENTE DE LA MERCADOTECNIA

El Ambiente de la Mercadotecnia consiste en las fuerzas incontrolables que rodean a la compañía, fuerzas y actores externos al marketing que afectan la capacidad de su dirección para crear y mantener relaciones provechosas con sus clientes, para lo que es necesario que la empresa deba partir del ambiente de la mercadotecnia, para luego buscar oportunidades y detectar amenazas. El ambiente de mercadotecnia de la empresa se puede dividir en Microambiente y el Macroambiente. 

Donde el Microentorno, consiste en fuerzas cercanas a la empresa: compañía, proveedores, intermediarios de marketing, mercados de clientes, competidores y público que inciden en su capacidad de servir al cliente. La figura 3.1 muestra a los principales actores en el microentorno de la compañía. El éxito del marketing depende de su habilidad para establecer relaciones con otros departamentos de la empresa, los proveedores, los canales de distribución, los clientes, los competidores y los diferentes públicos, los cuales se combinan para conformar la red de transferencia de valor de la compañía. 

Mientras que el Macroentorno lo constituyen grandes fuerzas de la sociedad: demográfica, económicas, naturales, tecnológicas, políticas y culturales que afectan al microentorno. La compañía y todos los demás actores operan en un macroentorno más grande de fuerzas que moldean oportunidades y plantean amenazas para la empresa.            
Una organización se desempeña en un ambiente externo que en general no puede controlar. Al mismo tiempo, dentro de la organización hay recursos de marketing  y ajenos a éste que sus ejecutivos generalmente puede controlar.